Denominación
dada, en la Umbanda, a los Africanos, sus descendientes y criaturas afines que
se dedican al meritorio trabajo de asistencia física, espiritual, y mental a
los devotos sinceros de la religión. Asamblea de ancianos que existieron hace
milenios en el continente Africano, trajeron importantes enseñanzas a través de
la sabiduría de las edades. Tales como las necesidad del comportamiento
correcto, honesto, y dedicado entre los componentes de la comunidad a fines de
velar por su propia preservación, y el reconocimiento de ser supremo. De allí
se deriva actitud fraterna y verdaderamente comunitaria. Los Pretos Velhos, en
la Umbanda, confieren el ambiente del templo un clima de respeto, seguridad y
fe repeliendo - por el propio ejemplo de bondad y comprensión - las estúpidas
vanidades del ser humano. Están siempre pronto para servir. Su mensaje de
esperanza está vertido en el presente con trabajo y buena voluntad hacia todos.
Esta es una pequeña definición sobre que es un Preto Velho
"Leyenda": las siete lagrimas de un
Preto Velho
A un
costado de un terreiro, sentado en un tronquito y fumando pipa, un triste Preto
Velho lloraba, de sus ojos húmedos, lagrimas caen sobre su mejilla y, sin saber
porque las conté, eran siete. No pude contener la curiosidad, me acerqué y le
pregunte.
Cuéntame mi
pai, dile a tu hijo, ¿porque expresas así tan visible dolor?, Y el suavemente
respondió, ¿estas viendo esas personas que entran y salen del terreiro?. Las
lagrimas que contasteis están dedicadas a cada uno de ellos.
La primera
yo la di a los indiferentes que vienen aquí en busca de distracción para salir
ironizando sobre aquello que sus mentes obnubiladas no pueden concebir.
La segunda
a los eternos indecisos que creen, sin creer, en la expectativa de un milagro
que los haga alcanzar aquello que sus propias méritos les niega.
La tercera
la vertí por los malos, aquellos que únicamente procuran la Umbanda en busca de
venganza, deseando siempre perjudicar a sus semejantes.
La cuarta a
los fríos y calculadores que conocen la existencia de una fuerza espiritual y
buscan beneficiarse con ella de cualquier forma y no conocen la palabra
gratitud.
La quinta
llega suave, tiene la risa. El gozo, a flor de labios pero si mirasen bien su
semblante, verán escrito,..... "Creo en la Umbanda, en tus Caboclos y en
tu Zambi. Pero si vencieren en mi caso, si me curasen de todo o de
aquello".
La sexta yo
la di a los banales, que van de templo en templo sin creer en nada, buscan
mimos y acuerdos, aunque sus ojos revelan un interés diferente.
La séptima,
hijo, ¿notaste que fue grande y se deslizo pesada? Fue la ultima lagrima,
aquella que vive en los ojos de los Orixás. Esa la done a los médium que son
vanidosos, que solo aparecen en el templo en día de fiesta y faltan a las
doctrinas. Que olvidan de tantos hermanos que están precisando caridad y de
tantas criaturas que precisan amparo material y espiritual.
Así, hijo
mío, fue para todos ellos que derrame, una a una, mis lágrimas ante tu vista
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